miércoles, 22 de agosto de 2012

Amorancia

Un día me regalaron un plumín y un tarrito de tinta china. Y ahí empezó todo. La tinta, ágil, oscura, me susurraba sus secretos. Mi mano y el plumín los traducían en dibujos, sobre incontables papelitos de colores. Amorancia fue un regalo.
Cada cuadradito dibujado está impregnado de verano; cada uno guarda la emoción de lo nuevo, la dedicación y la concentración de horas. Cada dibujo tiene la alegría de disfrutar lo que uno hace. Amorancia empujó la rueda, abrió el camino.
 
 

 
Banquito de pino trabajado con 203 dibujos hechos 100% a mano, con tinta y marcadores.
Medidas: 0.25 x 0.22 x 0.22
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario